Su sentimiento pudo hacer que resigne cualquier suma económica. El único deseo que tenía era jugar en Boca y así fue. Llegó al Aeropuerto de Ezeiza y fue derecho al predio de la AFA.
«Jugar en Boca era lo que más quería, estoy muy feliz» así de claro es Darío Benedetto para expresar lo que significa haber acordado su llegada al Xeneize.
Pero tiene los pies sobre la tierra y siempre aclara que con ser hincha no alcanza. Debe ser un profesional y demostrar lo que vale dentro de la cancha. Tal y como él dijo, un tatuaje no alcanza.
Sobre la pretemporada, expresó: “Está siendo durísima, en México es mucho más liviano. Le tengo mucha confianza al profe Valdecantos (…) Entrenamos cómo tirarme para los costados, me acomodo jugando por dentro o por afuera. Me gusta patear mucho de afuera».
«Estoy bien físicamente, la pretemporada que estamos haciendo es muy buena»sostuvo.
El Pipa Benedetto puede ser un jugador muy importante en el partido de ida de Semifinales por la Copa Libertadores de América, en Ecuador, ante Independiente del Valle.
Su experiencia en México lo beneficia: «Me acostumbre a jugar en la altura, aunque al principio cuesta».
Además, fue consultado por Carlos Tevez. Sobre el máximo referente del plantel actual, dijo: “Estoy feliz de la vida de estar con Carlitos, que es un ídolo, pero lo tengo que ver como un compañero para llevarnos bien adentro de la cancha. A medida que pase el tiempo vamos a ir teniendo mas confianza”.