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El recuerdo de la Puerta 12

Hoy se cumplen 48 años de la peor tragedia en las tribunas del fútbol argentino, 71 personas perdieron la vida luego de un aburrido superclásico.

El 23 de junio de 1968 Boca visitó a River por el Metropolitano. En un trámite aburrido y trabado, en el que lo único rescatable había sido el robo de la gorra de Amadeo Carrizo por parte de Rojitas, empataron 0-0.
Tras el pitazo final, la hinchada de Boca, que había ocupado y abarrotado la tribuna que da a Figueroa Alcorta, comenzó una lenta desconcentración.
Fue demasiado tarde cuando los gritos desesperados pudieron parar la marea humana que bajaba por la escalera. Setenta y un muertos por golpes y por asfixia. Más de sesenta heridos.
Desde el primer momento, se manejaron tres hipótesis para tratar de encontrarle una explicación a semejante masacre.
  • La enorme mayoría de los testigos vio los portones metálicos cerrados o entornados. Y muchos aseguraron que los molinetes no habían sido sacados de las puertas.
  • Otros hinchas afirmaron convencidos que la tragedia fue causada por una brutal represión policial. Según esta hipótesis, la Policía se había organizado para peinar la salida y atrapar a la barra de Boca por haber tirado proyectiles durante el partido y, más que nada, por haber cantado la marcha peronista.
  • Según apresuradas declaraciones del abogado de River, el desastre había sido provocado por la hinchada de Boca que, al querer evitar ser detenidos por la Policía, intentó ganar las escaleras nuevamente para reingresar al estadio.
Con la tragedia consumada, la angustia de los familiares de los hinchas que habían asistido a la cancha se hizo dramática. Empezaron a peregrinar por hospitales y comisarías para intentar reconocer los cadáveres numerados y aún sin identificación. La mayoría de los muertos eran jóvenes y adolescentes. El promedio de edad, 19 años.
A fines del 68 los clubes y la AFA reunieron 32 millones de pesos (menos de 100.000 dólares) para ofrecerlos a los familiares como resarcimiento.
En enero del 69 dispusieron darles 30 días de plazo a los damnificados para que se anotaran para cobrar el resarcimiento, pero en la misma nota el interventor Armando Ramos Ruiz intimaba a quienes querían cobrar esa suma para «renunciar expresamente a cualquier acción legal contra River» para exigir indemnizaciones.
Dos años después, la AFA y River fueron condenados a pagarles 140.000 pesos ley (alrededor de 50 dólares) a Nélida Oneto de Gianolli y Diógenes Zúgaro: los únicos familiares de víctimas de la tragedia que hicieron juicio. El resto jamás reclamó ni cobró un solo peso.
Agradecimiento especial al Imborrable Boca.