De la mano del Pipa

Solo un tiempo le bastó ayer a Boca para ganarle a Quilmes, en La Bombonera. De la mano de un Benedetto on fire que marcó tres goles, se volvió al triunfo. 

De la mano de Benedetto, Boca volvió a ganar.

El Xeneize necesitaba hacerse fuerte de local luego del empate ante Godoy Cruz en Mendoza. Enfrente estaba Quilmes, uno de los equipos más débiles en lo que va de torneo, y el conjunto que dirige Guillemo Barros Schelotto no perdonó.

En 25 minutos el partido parecía liquidado gracias a un Darío Benedetto que calló todas las bocas por las que salieron críticas hacia él y los goles malogrados la fecha anterior.

A los siete minutos capturó un centro de Peruzzi y de taco clavó el primero para el Xeneize. El Pipa se empezó a sacar la mufa temprano.

La alegría se cortó apenas cuatro después porque Da Campo aprovechó una defensa Xeneize mal parada y estampó el 1 a 1 transitorio.

Igualmente, antes de los 20, Benedetto mostró una de sus grandes cualidades: el remate de media distancia. El 9 sacó un sablazo cerca de tres campos de cancha y facturó el 2 a 1.

En la siguiente que tuvo el ex Arsenal, se visitó de asistidor. Tras una gran jugada colectiva del conjunto Azul y Oro, el delantero dejó desnuda la defensa cervecera con un taco para que Ricardo Centurión defina solo para el 3 a 1.

Pero el partido de Benedetto todavía tenía algo más. El goleador marcó de cabeza, a los 25, para sellar el 4 a 1 y encima alcanzar su hattrick.

El segundo tiempo estuvo de más. Ambos conjuntos, con el resultado casi sentenciado, bajaron la intensidad. Sin embargo, el Pipa podría haber marcado más goles porque tuvo dos. En la primera se cruzó un defensor y en la siguiente la mandó por encima del travesaño.

Cristian Pavón también podría haber marcado pero el palo se lo negó.

Así, el Xeneize retomó la senda de la victoria y sumó nuevamente de a tres como local. Las noticias más importantes además también fueron la aparición del nueve y el buen debut de Sebastián Pérez, uno de los colombianos, que se mostró muy criterioso a partir de quien Boca encontró más juego en la mitad de cancha.