La cancha de Boca sigue sin poder recuperarse de aquellas dos semanas de lluvia que hubo en Buenos Aires. El problema son las capas de tierra que hay por debajo del terreno de juego y la solución podría llevar medio año.
Pasan los partidos y la cancha de Boca no deja de estar en el ojo de la tormenta. El estado del césped en La Bombonera es realmente muy malo y no es porque no lo trabajen. Cada encuentro que pasa esperan una mejoría pero esta no llega.
Debido a esto, la gente del Club ya comienza a pensar las diferentes opciones que tiene para lograr su recuperación sin sufrir demasiados inconvenientes.
Es verdad que la causa principal de este gran problema fueron las dos semanas de lluvias constantes que no dejaron descansar el terreno de juego y la sombra que le da al césped el sector de los palcos, pero la realidad es otra. La causa más importante es la cantidad de tierra que hay por debajo de la superficie. Esta esta compactada de tal manera que ya no permite la debida filtración del agua que se acumula.