Anoche, Boca superó por penales a Nacional y pasó a las Semifinales de la Copa Libertadores de América. El partido terminó uno a uno con goles del Cata Díaz en contra y Pavón, que después vio la roja.
En un partido épico, donde pasó de todo, el Xeneize dejó a un durísimo Nacional en el camino y ya se ubica dentro de los cuatro mejores de la Copa.
No se puede decir que el equipo de Guillermo Barros Schelotto jugó precisamente bien. El conjunto uruguayo le complicó la vida con su defensa y pocas veces el conjunto azul y oro pudo superarla.
En el arranque del partido Boca tuvo una clara situación de gol en dos oportunidades. Conde tapó un remate desde afuera que le quedó a Tevez, que de zurda definió pero el arquero de manera heroica salvó a su equipo.
Pegada a esa situación, lo tuvo Juan Manuel Insaurralde. En los aires ganó solo y el cabezazo pasó rozando el palo izquierdo. Se volvía a salvar el Bolso.
Pero a los 19 minutos, Nacional salió de contra y tras un centro desde la derecha, el Cata Díaz se la clavó en un ángulo a Agustín Orión. Uno a cero y el resultado cuesta arriba.
Una más antes del descanso tuvo el Xeneize antes del descanso en la cabeza de Andrés Chávez. Gran centro de Cristian Pavón y el delantero le erró de cabeza al arco.
Para colmo, Boca volvió a sufrir las lesiones. En el primer tiempo, Marcelo Meli dejó la cancha con un, en principio, esguince de rodilla después de querer dar un pase y pegarle a Pablo Pérez. Y en el complemento, el Comandante sintió un tirón y el desgarrro tiene todos los números contados.
Para la segunda parte el Xeneize fue con más ganas y corazón que ideas, el famoso «a lo Boca» en La Bombonera que hacía que Nacional defienda cada vez más adentro de su área.
La única clara del complemento para Boca fue el gol. Jara metió un pase deluxe desde atrás de mitad de cancha para habilitar a Pavón que definió cruzado y puso el uno a uno.
El 7 se olvidó que estaba amonestado y en una explosión de alegría se sacó la camiseta en el festejo del gol. Así, una vez que terminó de gritarlo con alma y vida, recibió la segunda amarilla y dejó con 10 al equipo.
En el partido pasó poco y nada. Ambos equipos se cuidaron, lo que había por perder era mucho, y todo terminó en los penales. Esos doce pasos que generalmente le sonríen a Boca.
En ese momento, Agustín Orión se puso la capa y se vistió de héroe. En Boca primero erró Pérez, el arquero xeneize atajó y mantuvo con vida al equipo. El Chaco Insaurralde debía empatar la serie pero tiró una macita y atajó Conde.
Orión volvió a resucitar a Boca. Fabra, emulando al mejor Maradona pateando penales, empató la serie y ahí volvió a aparecer el arquero Xeneize que se quedó en el medio y atajó un remate a quemarropas. Carrizo le puso la frutilla al postre y le dio la clasificación al equipo a Semifinales.
Guillermo parece haber heredado el celular de Dios, aquél que su gran mentor (Carlos Bianchi) tenía cuando era técnico. Boca está en semifinales y espera a Independiente del Valle o Pumas de México.